Cada
vez que nos preguntan sobre el mejor tratamiento de las enfermedades venéreas, la respuesta no puede ser otra
que la prevención. Ojalá tuviéramos métodos preventivos para otras enfermedades
tan eficaces como puede ser el uso de preservativos para evitar muchas de las
enfermedades de transmisión sexual, las ETS.
¿Sabes cuantos casos de gonorrea, clamidia, sífilis, herpes e, incluso, sida,
podrían evitarse simplemente por utilizar correctamente un preservativo? Por
eso, todos los profesionales de la salud que estamos relacionados de una u otra
manera con las ETS jamás nos cansamos de insistir en que el uso del
preservativo es el tratamiento de las enfermedades venéreas de mayor eficacia, porque previene su contagio. Y precisamente por ese
motivo tampoco nos cansamos de explicar una y otra vez cómo debe colocarse.
Hay que empezar por abrir el envoltorio con cuidado. Estos envases están
preparados para poderlos abrir sin necesidad de utilizar unas tijeras o un
cuchillo con los que podrías, sin darte cuenta, dañar el condón. Para abrirlos
fácilmente, casi todos los preservativos tiene uno o dos de los bordes cortados
en forma de pequeños triángulos.
Es fundamental que el pene esté en completa erección para que lo puedas colocar
correctamente, si no lo haces así, el preservativo puede romperse. Para
comprobar en qué sentido está enrollado bastará con que pruebes sobre uno de
tus dedos, sólo un par de vueltas. Aprieta
entonces la punta del preservativo, el reservorio, para quitar todo el aire y
colócalo sobre la cabeza del pene para evitar que se cree una burbuja de aire
que podría romperlo. Ya solo tienes que desenrollarlo completamente y disfrutar
del sexo seguro.
Confía en los consejos y en la profesionalidad del Doctor Adolfo Álvarez Ramos, especialista en enfermedades de transmisión sexual y en enfermedades de la piel.