También conocemos las verrugas genitales masculinas con los nombres de condilomas acuminados, verrugas venéreas o papilomas venéreos. Representan un tipo de enfermedad muy frecuente y su padecimiento se está incrementando mucho en los últimos años. Ten en cuenta que el 1 % de la población padece de verrugas genitales. Estas verrugas se relacionan con una enfermedad de transmisión sexual y afectan tanto a hombres como a mujeres. En realidad, podemos decir que son las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes.

La enfermedad se produce por la infección de unas células llamadas queratinocitos por el virus del papiloma humano (el llamado HPV de los tipos 6 y 11). Has de tener en cuenta que las verrugas genitales masculinas presentan un periodo de latencia, es decir, que los síntomas pueden tardar en aparecer meses o, incluso, años después del contagio. Una persona puede ser contagiada por un compañero sexual hoy, pero los síntomas pueden demorarse hasta varios meses después.

Las lesiones tienen un aspecto que recuerda la cresta de un gallo o un aspecto de coliflor y tienen un color rosado o rojo. Los sitios de aparición más frecuentes en el hombre son el frenillo, el glande, el prepucio del pene y alrededor del ano (en los varones homosexuales). No suelen dar dolor, pero a veces se inflaman, sangran y pican. El diagnóstico de las verrugas genitales es sencillo para un médico y normalmente no se necesitan pruebas adicionales.

Se ha utilizado un gran número de tratamientos para las verrugas genitales. Sustancias químicas como ácidos, podofilina o interferon, que tienen unos resultados aceptables. Aparte, has de valorar los distintos tipos de láser que se utilizan con éxito en el tratamiento. Con este método se consiguen, en la actualidad, curaciones en más del 90 % de los casos, disponible en algunas consultas, como la del Dr. Álvarez Ramos.