F.F, de 36 años, casado, nos consulta con la siguiente historia: Doctor,desde hace más o menos 3 meses vengo sufriendo de una irritación en la ingles con algo de picor. El médico de cabecera me prescribió una crema mixta con esteroides y antifúngica y unas cápsulas igualmente antifúngicas por una semana. Mejoré pero a los pocos días volvierón las molestias. Desde entonces me sigo aplicando la crema y he notado que lejos de mejorar he empeorado, sumándose ahora enrojecimiento del pene, periné y ano. Estoy muy preocupado.
Este caso nos enfrenta al capitulo dermatológico de los intertrigos. El término intertrigo del latín "intertrere" irritación de los pliegues, designa una serie de dermatosis de aspecto variado: eritematosas, erosivas, escamosas, costrosas, localizadas en un pliegue cutáneo (retroauricular, submamario, inguinal, axilar, anal, etc).
Estas afecciones rara vez son de origen mecánico (eritema intertriginoso) sino que juegan un importante papel otros factores coadyuvantes: microbianos, micósicos, parásitarios, alérgicos, que modifican la lesión eritematosa creando una heridita (fisura) impétigo intertriginoso o un eccema (eccema intertriginoso).
El Dr. Saboraud de París en las primeras décadas del siglo XX, realizó estudios al microscopio de diferentes intertrigos, en especial, en las ingles y demostró en todos los casos la presencia de microbios (hongos y bacterias) concluyendo que los intertrigos son siempre de naturaleza infecciosa. Tal afirmación no es cierta en el 100% de los casos, pero pone de relieve la importancia de la componente microbiana. El intertrigo retroauricular frecuente en niños, en especial atópicos, es casi siempre de naturaleza infecciosa (cocos, levaduras). Los intertrigos de las ingles deben hacer pensar siempre al médico en la infección por hongos, tanto levaduras como dermatofitos o mixtos, el llamado eccema marginado de Hebra, pero en una gran parte de los casos el hongo comparte responsabilidad patógena con bacterias y/o parásitos y el médico debe atender está posibilidad y no fiarse de una monoterapia a priori.
Por supuesto realizar un interrogatorio minucioso y privado acerca de posibles contactos sexuales y examinar aunque el paciente no mencione nada en ese sentido el área genital y anal, practicar estudio microscópico de la zona afectada, en este caso inguinal, perineal, anal y del glande y estudio del exudado uretral. Hemos comprobado a lo largo de muchos años de actividad profesional que la mayoría de los hombres aquejados de intertrigos en las ingles, padecían también de infecciones en el pene y uretra asintomáticas o con pocos síntomas a los que no habían dado importancia, ni el paciente ni los médicos tratantes.
Igual ocurre en el caso de las mujeres, infecciones vaginales o cervicales, muchas veces inadvertidas por la propia paciente. No son los intertrigos expresión de una enfermedad venérea pero el médico no debe olvidar la posibilidad de esa via de contagio. Otras formas de intertrigo en la práctica diaria son el eritema glúteo del lactante la llamada pañalitis, los intertrigos de los pliegues submamarios frecuentes en mujeres diabéticas y/o obesas. El intertrigo anal (anitis) donde con frecuencia se comprueba la existencia de hongos levaduriformes, etc.
Por último recomendamos precaución al emplear cremas o pomadas con composición esteroide en el tratamiento de los intertrigos.
Si necesita una consulta privada Madrid puede comunicarse en el teléfono: 620 17 79 15. Estamos en Calle de Costa Rica, 32, Bajo G, 28016 Madrid. Lunes a Viernes de 10.30 a 20 horas ininterrumpido. Cita previa.