La alopecia o pérdida de cabello puede ser debida a varias causas. Cuando se acompaña de alteraciones inflamatorias, deben buscarse los agentes infecciosos.
En los niños, la causa más común son los hongos de las tiñas,que se descubrirán mediante la prueba de fluorescencia y el examen al microscopio. La dermatitis o eccema seborreico es a menudo el factor desencadenante en épocas ulteriores. Las infecciones piógenas bacterianas provocan alopecia, ya por acción directa sobre el folículo, ya por sus toxinas que alcanzan la piel circundante. Además, se producen alopecias difusas en la sífilis, en la lepra (que afecta de preferencia el tercio externo de la cejas y las pestañas) y en la tuberculosis. Varias enfermedades producen destrucción del tegumento de las regiones pilosas, lo cual origina atrofia, cicatrices y alopecia de tipo no regresivo o cicatrizal, entre ellas cabe mencionar el lupus eritematoso, piodermitis profundas, foliculitis decalvante infecciones micósicas (hongos) como el favus, la pseudopelada de Brocq, etc.
Un apartado importante debe guardarse para dos entidades de frecuente presencia clínica: la alopecia androgenética, antiguamente llamada prematura o idiopática y la alopecia areata o pelada. La alopecia androgenética consiste en la pérdida del cabello, a veces de intensidad alarmante, que se produce con mayor frecuencia en hombres jóvenes o de mediana edad que en las mujeres. Es muy corriente. En el hombre la alopecia comienza por la desaparición progresiva de los cabellos del vértice del cuero cabelludo, junto con un retroceso gradual de la línea capilar anterior.
Este proceso no es uniforme, pero es más acentuado en los lados. Aunque puede detenerse en cualquier momento, con mucha frecuencia es progresiva, llevando a una calvicie parcial o casi total que respeta siempre las zonas parietooocipitales. En mis años de estudiante de medicina se consideraba bromeando un signo de virilidad, pues nunca ocurre en eunucos. Hay una notable predisposición familiar y suele coexistir con la dermatitis seborreica. Los enfermos suelen manifestar que muchos años antes de iniciarse la alopecia tenían caspa o seborrea fluente a la que no habían dado ninguna importancia. En la pelada o alopecia areata hay zonas más o menos circulares depiladas, simulando monedas que tienden a crecer por los bordes. Puede comprometer también la barba, las cejas y otras regiones pilosas. Suele cursar con períodos de repoblamiento capilar con otros de nueva caída.
Hay un conjunto de factores implicados en su aparición: emociones, trastornos endocrinos, reflejos e intoxicaciones. En algunos pacientes se encuentran focos sépticos (infecciosos). El manejo de las alopecias consiste en clasificar e identificar la causa. Incluso aquellas que no pueden curarse, con restitutio ad integrum del cabello, la terapeútica puede conseguir excelentes resultados y por lo menos retardar la calvicie hasta edades más avanzadas.